¿Os sorprende si os digo que Jazztel encabeza todos los
listados en las reclamaciones de los usuarios de telefonía? Pues no os
sorprendáis: está en primer lugar en todas las clasificaciones.
Cada
año por estas fechas, la Oficina de Atención al Usuario de las
Telecomunicaciones, que depende del Ministerio de Industria, hace su
balance anual de las reclamaciones de los usuarios en temas relacionados
con la telefonía: los mejores y los peores en la atención al cliente,
los mejores y los peores en el acceso a internet fijo, en el móvil, o en
los paquetes de voz y datos fijos. Pues los datos del último año no
pueden ser más concluyentes: ahí está Jazztel, encabezando el “hit
parade” de las categorías. Ya destacó por lo mismo en 2014, pero es que
no haya mejorado, que haya buscado una mejor relación con clientes y no
clientes, sino que ha empeorado: las reclamaciones contra la operadora
han aumentado nada menos que un 11,8% en 2015 con respecto al anterior.
Puede ser discutible su publicidad, “la diferencia está en el ahorro”,
pero es indiscutible que la diferencia si está en el servicio que ofrece
a clientes y potenciales clientes. ¿O es otra apuesta atrevida para ser
líderes en este campo?
Jazztel, ahora integrada en Orange, es la primera en las
quejas por el acceso fijo a internet, (1,72 quejas por cada 10.000
abonados frente a las 0,58 de Movistar, por ejemplo), seguida por Orange
y Ono; es la primera en el paquete de voz y datos fijo (17,74 quejas
por 100.000 clientes frente a las 6,84 de Vodafone o las 3,86 de
Movistar), seguida de Ono y Orange; y es la primera en la quejas de los
usuarios, seguida también de Ono y Orange, y muy lejos de las quejas que
reciben operadores como Vodafone, Movistar o Yoigo, la que menos.
La verdad es que siempre ha sido una operadora polémica por
unas u otras cosas. No es difícil encontrar a usuarios que se quejan,
por ejemplo, de la “insistencia” de sus comerciales para tratar de
vender algún producto, que te cambies de operador; no extraña, por
molesto que resulte, que te insistan una y otra vez, con muchas llamadas
a lo largo del día, durante una semana…; y no es raro que, pese a que
el usuario insista en no querer recibir sus llamadas, siga
recibiéndolas. O que las llamadas sean a horas inoportunas. La verdad es
que los comerciales de Jazztel parecen adoctrinados para molestar más
que para captar clientes. Una agresividad que les lleva a una políticas
comerciales más que discutibles, que incluso molestan en la competencia
por el daño que producen en la imagen del sector.
Precisamente para evitar estas molestias a los clientes y
mejorar una imagen que estuvo mucho más deteriorada hace años, los
operadores firmaron un código de buenas prácticas. Se trataba de evitar
el spam telefónico y para ello marcaron una reglas de juego que
significara “juego limpio” entre ellas y, sobre todo, con los clientes.
Bueno pues Jazztel también se ha especializado en su incumplimiento. Por
ejemplo, según ese código no se puede llamar a clientes que estén
registrados en la Lista Robinson (incluye las personas que han declarado
no querer recibir llamadas comerciales), ni se puede llamar hasta tres
meses después de haber realizado ya una oferta al cliente, no llamar
desde números ocultos, no hacerlo fuera de los horarios “comerciales”,
es decir, ni por la noche, ni sábados por la tarde o domingos… Pues todo
eso no lo respetan siempre los comerciales de Jazztel. Mejor, Jazztel,
perfectamente conocedora de estas prácticas, lógicamente marcadas desde
la empresa, no pone ningún freno.
Es curioso y significativo que hasta un famoso que anuncia
en las televisiones los productos de Jazztel, Pablo Motos, llegó a
explicar en un programa que él también había sido víctima del spam
telefónico de Jazztel. Sin palabras. Jazztel, la diferencia está en la
quejas…
Fuente: http://cadenaser.com/programa/2016/06/13/ser_consumidor/1465834701_949596.html