Hola, buenos días.
Me gustaría compartir con Uds. mi conflicto con la empresa Jazztel.
Se trata de una factura de 127€, impagada por considerarla un abuso y
no ajustarse a las condiciones acordadas.
En primer lugar, se me aplicaron dos penalizaciones por un compromiso
de permanencia que se inventaron. Me explico: después de proceder a una
reparación de la línea me ofrecieron un descuento por las molestias
causadas de un 5% (vamos, una miseria), y un teléfono valorado en 19€
(porque el mío de tonos no podía funcionar hasta que arreglaran una
avería en su centralita). Este descuento se me aplicó durante 3 meses.
Como pueden ver, la cuantía de la penalización resulta desproporcionada.
Cuando me enteré de dicho compromiso, me quejé y les dije que no
quería el descuento. A lo cual me contestaron que ya estaba aceptado
(fue mi pareja la que había hablado con ellos). Como no tenía ningún
problema serio con el servicio prestado y pretendía seguir con ellos, no
le di más importancia.
Ahora viene la segunda parte. Por motivos personales, tuve que
cambiar de ciudad. Les llamé con suficiente tiempo para no pillarme los
dedos. Pregunté cómo proceder al traslado de línea y les di mi futura
dirección para que realizasen las comprobaciones pertinentes. Afirmaron
que no había ningún problema pues es un área que ellos cubren, que el
proceso era muy sencillo y que no hacía falta tramitarlo con tiempo,
pues a lo sumo les llevaría tres días restablecerme la línea. Me
aconsejaron que les llamara unos días antes de la mudanza para iniciar
el proceso.
El 8 de junio del 2014, cuando se acercaba la mudanza, mi pareja
llamó y solicitó de nuevo toda la información y condiciones para el
traslado de la línea.
Entonces parece que se dieron cuenta que no era tan sencillo como
aseguraron en un principio (en esta zona necesitan permiso de
Telefónica). El tiempo en restablecer la conexión podría oscilar entre…
¡15 días y 3 meses! Además, me advirtió que, durante ese periodo,
tendría igualmente que hacerme cargo del pago de la línea y el ADSL.
Añadió que, si tardaba mucho, con una reclamación posterior
posiblemente conseguiría un descuento sobre las facturas. Evidentemente,
mi pareja les dijo que tendríamos que pensarlo detenidamente pues
estamos siguiendo un curso online y pendientes de empleo en varios
portales de internet. Solicitó que me enviasen a mí, el titular de la
línea, un email con las condiciones bien detalladas. “Sin ningún
problema”, aseguró la operadora (eran las 16:00), lo iba a hacer
inmediatamente para no demorar más el proceso. No lo recibí, es más, no
he recibido nunca ninguna comunicación ni telefónica, ni por correo
electrónico u ordinario. Dos horas más tarde, sin previo aviso, con
todos los recibos al día, cortaron la línea. Sin internet, sin teléfono.
Descuelgo el aparato y, ante nuestra perplejidad, una máquina me dice
que se está procediendo al traslado de la línea. ¿…? Vuelvo a llamar,
esta vez desde mi móvil. Después de esperar durante un buen rato que me
pasaran con un agente, desistí. Huelga decir que lo intenté en más de
una ocasión durante los siguientes días, con el mismo resultado: más de
30 minutos al teléfono con una sintonía horrible.
Finalmente nos resignamos, cruzamos los dedos y esperamos que, como
uno de los operadores dijo: “en la mayoría de los casos en 15 días todo
está resuelto”.
Pasan los 15 días sin noticias. Me armo de paciencia y aguanto hasta
que alguien se digne a contestar y me aclare qué es lo que pasa con la
línea. Tras una hora de reloj, alguien se digna a averiguar qué es lo
que sucede. Entonces me entero de que no hay orden de traslado, pues la
línea se ha dado de baja. Pero, ¿y esto cómo puede ser si yo nunca he solicitado la baja?
Me responden que puedo haberlo hecho otra persona. Les pido que revisen
las grabaciones. Procedo a poner la reclamación por cortarme la línea
sin aviso y por el importe de la factura, con la cual estoy totalmente
en desacuerdo. Les doy los datos con nombre, apellidos, fecha y hora, de
la última operadora con la que habló mi pareja el día que cortaron el
servicio (no parece que los anoten). Me da un número y me aconsejan que
primero pague, pues eso me da más posibilidades a la hora de resolver a
mi favor y que me devuelvan parte del importe.
Pasan los días, sin todavía haberse resuelto la reclamación, una
máquina empieza a acosarme exigiendo el pago y amenazando con acciones
judiciales contra mi persona. Curiosamente, ahora cuando llamo a Jazztel
los operadores no tardan ni 5 minutos en descolgar, preparados para
realizar el cobro. Cuando pregunto por la resolución de la reclamación,
misteriosamente se va la línea (hasta 4 veces). Finalmente, hablo con un
tal Fabián, que me dice que ésta ha sido rechazada, “que si alguien usa
mis datos para darme de baja no es culpa suya, pues ellos siempre
actúan con buena intención”, cuando me quejo, se pone borde, me desea un
buen día y me cuelga antes de que pueda terminar de pedir
explicaciones. ¡…! No hace falta decir que, en todo momento, he
procurado ser educado con las personas que me han atendido. En los
siguientes días pedí que no me llamasen más, que se comunicasen por
email. Nada, la máquina siguió acosándome a diferentes horas desde
diferentes números de teléfono. Después de tres meses aguantando esto,
decidí cambiar de número y darlo por olvidado. Cuando fui a efectuar el
contrato de mi nueva línea de móvil, averigüé que me han incluido en una
lista de morosos y, por lo tanto, me vi obligado a solicitar una
tarjeta de prepago. Un mes después, me llegó el correo de mi antiguo
domicilio con una carta amenazándome con acciones judiciales contra mi
persona, de parte de un bufete de abogados.
¿Esta es la idea de promocionar el plan AMIGO que tiene José Miguel García, consejero ejecutivo de Jazztel?
¿Cómo voy a pagar una penalización abusiva por una permanencia no
contratada y una baja no solicitada? ¿Cómo voy a pagar una factura de un
mes completo, cuando se ha dado servicio durante solo unos días? ¿Y a
mí quien me paga todos los inconvenientes ocasionados? El tiempo en el
cibercafé, el acoso, la vergüenza de no poder contratar una línea de
teléfono y todas las demás incomodidades que esto me ha acarreado.
Gracias por su tiempo y suerte a tod@s con vuestras denuncias.
Que no os engañen y haceros oir.
Fuente: http://www.indefenso.com/